Gema Sotoca, profesora asociada en IE Business School

Gema Sotoca, profesora asociada en IE Business School: «Estamos en la época de emprender para sobrevivir»

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Gema Sotoca es desde el año 2006 profesora asociada en el área de Gestión Emprendedora de IE Business School en programas Executive MBA, en modalidad presencial y online. Además de que sus principales ocupaciones profesionales en la actualidad son el asesoramiento profesional a empresas y organizaciones en el lanzamiento de nuevos productos y nuevas líneas de negocio, el coaching a equipos emprendedores en metodologías Lean Startup.

Lleva más de 20 años asesorando en el lanzamiento de nuevas oportunidades de negocio dentro y fuera de organizaciones y ha participado en la puesta en marcha de equipos académicos de varias nuevas universidades dentro de la División de Formación del Grupo Planeta. Asimismo, como mentora del IE Business School en proyectos de innovación corporativos, ha asesorado a muchos proyectos intraemprendedores en empresas de diversos sectores.

Por medio de modelos de Design Thinking y Lean Startup ha evaluado más de 100 análisis de viabilidad al año en diferentes sectores, acompañando de esta manera a equipos en la detección, análisis, puesta en marcha y búsqueda de financiación de nuevas oportunidades de negocio.

En esta entrevista para Marketing Insider Review afirma: «Estoy convencida que la oportunidad no será solo para los que creen algo nuevo adaptado ya a la nueva realidad, también tendrán una oportunidad aquellas empresas ya existentes que sean capaces de generar perfiles emprendedores dentro de su organización que les lleven a la evolución necesaria».

«Las crisis han sido fuente de oportunidades»

Crisis, ¿amenaza u oportunidad? 

Para mi crisis es sinónimo de cambio. Cuando se origina una crisis, por factores  internos o externos, el cambio deja de ser una “opción” para convertirse en una “obligación”. Una crisis es un proceso de selección natural donde el factor clave es tu  tiempo de reacción, es decir, el tiempo que requieres para entender la nueva situación, reponerte, pensar en las posibles alternativas, tomar la decisión y ejecutar. Tu aversión al cambio, tu resistencia a comprender que la situación ha cambiado y que  por lo tanto necesitas cambiar tú, es lo que determinará que tu tiempo de reacción sea mayor o menor y eso será lo que condicione que para ti una crisis sea una amenaza o sea una oportunidad. 

Lo que no podemos negar es que históricamente las crisis han sido fuente de oportunidades para aquellos que tienen esa capacidad de reaccionar. Si miramos hacia  atrás podemos comprobar que muchas de las grandes iniciativas empresariales que  hoy existen surgieron al “calor” de una crisis: McDonalds creada en 1948 tras la crisis  provocada por la desmovilización de la economía de guerra. Airbus, Microsoft,  Starbucks nacieron en la década de 1970 que fue marcada por dos recesiones y uno de los peores momentos bajistas de EEUU. Facebook o Tesla creadas tras el estallido de  las puntocom. Airbnb y Uber que surgieron en 2008 y 2009 respectivamente, en plena crisis de las hipotecas subprime que desembocó en una recesión en las principales economías del mundo. Sin duda esta crisis nos traerá nuevos ejemplos de grandes  oportunidades. 

¿Estamos en época de emprender o de sobrevivir? 

Yo diría que estamos en época de emprender (e intraemprender) PARA sobrevivir. Cuando cambia el “hábitat”, la supervivencia depende de la capacidad de los “entes” que allí habitan para adaptarse al nuevo medio. Por propio “instinto”, un emprendedor crea su oportunidad adaptándose al medio en el que nace. Pero, ¿qué  pasa con los que ya están?, ¿qué pueden hacer las organizaciones que fueron creadas  para sobrevivir en un hábitat determinado y ahora ese hábitat ha cambiado? En mi opinión, los que ya están necesitan contar entre sus colaboradores y directivos con  perfiles intraemprendedores que sean capaces de realizar esa adaptación a la nueva  realidad, de evolucionar.

La naturaleza necesita miles, millones de años para cualquier  evolución, las empresas no disponen de tanto tiempo, de hecho los ciclos cada vez son más cortos y las evoluciones empresariales cada vez deben ser más rápidas. Esos perfiles emprendedores (o intraemprendedores) son los que tienen que generar esa  evolución y lo tienen que hacer a la velocidad necesaria para sobrevivir. Estoy convencida que la oportunidad no será solo para los que creen algo nuevo adaptado ya a la nueva realidad, también tendrán una oportunidad aquellas empresas ya existentes que sean capaces de generar perfiles emprendedores dentro de su organización que les lleven a la evolución necesaria. Creo que es época de (intra)EMPRENDER, con o sin prefijo. 

«Lo tenemos ‘casi todo’ para ser uno de los mejores países en emprendimiento»

¿Qué le falta a España para ser considerada como uno de los mejores países para  emprender? 

Del informe GEM de 2019-20 podemos deducir que una de las principales diferencias entre España y los países de su entorno a la hora de emprender es la percepción de la oportunidad y el miedo al fracaso. Solo el 36% de la población española considera que hay buenas oportunidades de negocio, un dato muy por debajo de la media de los  países del entorno de España, que se sitúa en un 52%. Además, más de la mitad de la  población española percibe el miedo al fracaso como un importante obstáculo para  emprender (concretamente un 55%). El fenómeno se acentúa todavía más en las  mujeres.

Por lo tanto, aunque un 51% de los consultados en el informe perciben que disponen de los conocimientos y habilidades necesarias para emprender, lo que nos sitúa al mismo nivel que los países europeos, parece que lo que nos está “reteniendo” es que somos más “negativos” con la percepción de la oportunidad y tenemos un mayor miedo a fracasar. 

Por otra parte, al realizar el diagnóstico del ecosistema emprendedor español, el  informe concluye que los elementos mejor valorados fueron; la infraestructura física (7 sobre 10), la infraestructura comercial (6 sobre 10) y los programas gubernamentales (6 sobre 10). En el lado contrario, la condición menos valorada fue la educación y  formación emprendedora en etapa escolar (2,7 sobre 10). Sin embargo, “al contrastar  las opiniones de expertos españoles con la opinión del resto de los expertos de los  países participantes, el índice de las condiciones del entorno español se posiciona en el top 10 de los mejores ecosistemas”. 

Por lo tanto, en base a este informe que es sin duda un referente, lo tenemos “casi” todo para ser uno de los mejores países en materia de emprendimiento. Evidentemente siempre hay cosas que se pueden mejorar, sobre todo en materia de formación en cultura emprendedora en las etapas escolares, necesitamos continuar trabajando en el diseño de políticas gubernamentales que reduzcan las trabas administrativas y revisen la legislación fiscal que incentive la actividad emprendedora, así como fortalecer diversas opciones públicas/privadas de financiación en las diversas etapas del proceso emprendedor, pero más allá de estas mejoras necesarias creo que lo que más nos ayudará a lograr ese posicionamiento es creérnoslo. 

¿Cómo retener el talento emprendedor que sale del país? 

Creo que el talento no se puede, ni se debe, retener. El talento emprendedor debe estar donde esté la oportunidad, por este motivo me gusta más el concepto atraer talento que retenerlo. Debemos crear un ecosistema generador de oportunidades que haga que el talento, el propio o el ajeno, considere que es aquí donde debe estar. Pero, ¿se puede generar la percepción de que un ecosistema es generador de  oportunidades? Tenemos un buen ejemplo en el famoso “sueño americano”, independientemente de las opiniones encontradas sobre si fue una quimera o no, EEUU fue capaz de generar esa percepción para atraer talento emprendedor.  

«No pasará de moda la necesidad de innovar de las empresas»

Como mentora de proyectos en innovación, ¿qué requisitos ha de cumplir un proyecto  empresarial para que pueda implantarse con éxito? 

El proyecto es importante pero creo que la verdadera clave del éxito está en el equipo  emprendedor. Por lo tanto, a la hora de hablar de “requisitos”, no se trata tanto de  características que deba tener el proyecto como de habilidades o competencias que sería deseable que tuviera el equipo emprendedor. En base a mi experiencia en todos estos años colaborando con start-ups, si tuviese que hacer una lista de lo que tenían en común los equipos emprendedores que han tenido éxito diría que son 3:

(1) Una clara orientación a resolver un problema o necesidad existente en un sector  determinado, aún incluso cuando el propio mercado no fuese consciente de la  necesidad. (2) Una filosofía “lean” que les llevaba a contrastar constantemente su  solución, iterar y pivotar, esto conlleva tener un fuerte sentido de “humildad” que les  permita escuchar al cliente y anteponer la opinión del mismo a sus propias creencias, la capacidad de reconocer que estaban equivocados y reconducir. (3) Y por último, pero no menos importante, la habilidad de atraer talento para sumar al equipo a  profesionales muy cualificados que apostasen por su proyecto aún asumiendo más  riesgos.

En emprendimiento el éxito nunca está “garantizado” pero yo creo que un  equipo emprendedor que cuenta con estas 3 habilidades tiene unas bases sólidas para lograr que su proyecto empresarial alcance sus objetivos. 

Cuando hablamos de Design Thinking, Kanban, Lean Management, ¿hablamos de  modas o de metodologías de futuro dentro de cualquier empresa? 

Cuando hablamos de Design Thinking, Kanban o Lean Management, estamos hablando de herramientas o metodologías para generar innovación. Efectivamente, estas son las  herramientas que estamos utilizando ahora, mañana podrán ser otras pero lo que yo creo que nunca pasará de moda es la necesidad de innovar de las empresas. Por este  motivo, considero que lo importante de metodologías como éstas es que introducen a las empresas en la cultura de la innovación, una vez que una organización asume esta cultura podrá llevarla a cabo a través de estas herramientas o de cualquiera de las  metodologías de innovación que pueda haber en el futuro. 

Cómo profesora de emprendimiento en una institución de referencia, ¿qué se puede  enseñar en el aula a un gran emprendedor? 

Esta es una pregunta que como profesora me hago a mi misma cada día, ¿cómo puedo  ayudar a mis alumnos a desarrollar o mejorar sus habilidades emprendedoras? La respuesta no es cerrada y depende de cada grupo y de cada emprendedor pero en términos generales creo que en el aula podemos generar un “laboratorio” que nos  ayude a conocernos a nosotros mismos como emprendedores y enfrentarnos con  nuestra aversión al cambio, o nuestra percepción del riesgo.

Durante el curso cada grupo de trabajo debe generar una oportunidad de negocio, debe demostrar que  existe la necesidad (o que es capaz de generarla), debe diseñar la solución y debe mostrársela al mercado para demostrar que existe un interés en su propuesta, debe definir y justificar las diferentes estrategias para llevar a cabo la oportunidad durante los próximos 5 años, debe aprender a lidiar con sus “socios” que son sus compañeros  de grupo. En definitiva, en el aula creamos un entorno de “simulación” en el cual a través de nuestras propias oportunidades de negocio podamos contrastar nuestras decisiones con el mercado, con el resto de los equipos y con nosotros mismos. Esto  nos permite desarrollar habilidades que nos resultarán de utilidad para emprender en  un entorno “real” porque verdaderamente a emprender, se aprende emprendiendo.

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