techo de cristal para mujeres en las empresas

¿Qué supone el techo de cristal para las mujeres?

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Aportaciones finales de Berta Mateos, Fundadora y Directora de Impacta con Linkedin

Cuando hablamos de techo de cristal para mujeres sabemos que las causas están relacionadas, entre otras cosas, con la idea subyacente de que las mujeres se comprometen menos con la empresa debido a las cargas familiares. La posibilidad de un embarazo o el hecho de que tengan hijos suele conducir a que no consigan promocionar. Además, hecho que no hay que olvidar en absoluto, es que las decisiones sobre los ascensos las suelen tomar los hombres y que ellos siguen teniendo muchos prejuicios con respecto a la valía de las mujeres a la hora de adoptar roles de liderazgo.

No obstante, los motivos reales que se esconden detrás del techo de cristal para mujeres van mucho más allá y hay que fijarse en la situación estructural de la sociedad para entenderlos. Por ejemplo, el hecho de que la mujer siga siendo la que más horas dedica al cuidado de la familia y del hogar, implica que pueda encontrar menos tiempo para realizarse y crecer profesionalmente. De hecho, una de las consecuencias más evidentes del techo de cristal para mujeres es que tienen o suelen tener, por lo general, menos poder adquisitivo. Y esto se acusa más si tenemos en cuenta que muchas veces las mujeres cobran menos que los hombres por realizar el mismo trabajo.

Por otro lado, debido a que las cargas familiares recaen más sobre las mujeres, son ellas mismas las que optan por reducir sus jornadas o por conformarse con trabajos a tiempo parcial.

Rompiendo el techo de cristal: hacia una mayor igualdad

Aunque todavía queda mucho muchísimo por hacer en lo que a igualdad se refiere, hay algunos ejemplos que resultan esperanzadores. Así, las mujeres están muy bien consideradas en los consejos de administración, si bien su presencia resulta todavía muy baja. Por suerte, algunas grandes empresas están haciendo grandes progresos como por ejemplo Gas Natural Fenosa, que ha conseguido que las mujeres sean ya el 30% de su plantilla. Esto es a considerar todo un hito si se tiene en cuenta que estamos hablando de puestos de trabajo muy técnicos que, hasta hace poco, estaban destinados solo a hombres.

¿Qué es lo que se puede seguir haciendo entonces para poder romper el techo de cristal para mujeres? Veamos.

El techo de cristal para mujeres: opiniones y soluciones

Por Berta Mateos

¿Has visto alguna vez un techo de cristal? En coches y edificios resulta muy atractivo porque te permite observar el exterior mientras que te protege de lo que ocurre fuera. Sin embargo, cuando hablamos del desarrollo profesional de las personas, en concreto de las mujeres, la cuestión es diferente. Un techo de cristal que te permite ver pero no tocar ya no es tan atractivo y se convierte en una barrera cruel que te permite ver un futuro profesional que es inalcanzable debido a unas limitaciones impuestas sin ningún tipo de criterio objetivo.

El techo de cristal para mujeres está construido con argumentos como el de que una mujer tiene menos compromiso con el trabajo y un rendimiento menor que un hombre, ya que su condición femenina le hace anteponer las responsabilidades familiares a las laborales. Otro de los pilares que apuntalan este techo de cristal para mujeres es la brecha salarial existente a pesar de que ambos sexos realicen el mismo trabajo y tengan iguales responsabilidades. Si rascamos un poquito veremos que el motivo es tan antiguo como rancio porque se basa en la teoría de que el hombre debe de mantener a la unidad familiar de la que la mujer forma parte y por eso él hombre debe ganar más dinero.

Empleos femeninos y efectos de la pandemia

En situaciones de crisis como la que vivimos ahora a causa de la pandemia por Covid-19, le problema se acentúa y se agravan las situaciones, siempre los empleos femeninos son los quedan más expuestos. Las mujeres son a quienes se despide primero y a las últimas que se contrata, sobre todo en los sectores más sensibles de nuestra economía como son el retail, el turismo y el ocio. Según un reciente informe de la Fundación Adecco los datos son incontestables:

  • El 57% de los parados de larga duración son mujeres, un 12% más que en 2019
  • La tasa de paro de las mujeres se sitúa en el 19,3% en el 4º trimestre de 2020, frente al 14,1% de los hombres
  • Ha habido un descenso del 32% en la contratación femenina durante 2020 mientras que la caída de la contratación masculina ha sido del 26%, según datos del Servicio Público Estatal (SEPE)

El liderazgo femenino, techo de cristal… What?

La validez profesional de una persona no depende de su género, sea hombre o mujer, si no de su formación, capacitación y adecuación al mercado laboral existente. Por eso, la solución para atajar el problema y eliminar el desequilibrio está en la creación y fomento de programas de formación dirigidos hacia la mujer.

Los organismos públicos están impulsando la formación de la mujer, ofreciendo cursos y temáticas, apostando por su incorporación real al mercado laboral en igualdad de condiciones como motor de la nueva economía que se está creando, si dispones de pocos recursos en los Ayuntamientos, Diputaciones y Cámaras de Comercio tienen cursos gratuitos o a un precio asequible.

Las empresas privadas, escuelas de negocios, centros de formación, plataformas online ofrecen infinidad de cursos, máster, talleres, webinar donde seguir aprendiendo, adquirir nuevas habilidades, flexibilidad y adaptabilidad a esta era digital porque este nuevo entorno esta cambiando el mercado laboral, por un lado las maquinas sustituyen trabajos y por otro lado surgen nuevas oportunidades, el aprendizaje continuo es fundamental para poder conseguir tus objetivos profesionales y romper poco a poco el techo de cristal para mujeres.

El liderazgo femenino está cada vez más en alza

Además, no sólo se está trabajando en la contratación basada en la igualdad, si no en el fomento del llamado liderazgo femenino para aumentar la participación de la mujer en la organización y puestos de responsabilidad dentro de las empresas, los entes públicos, etc. Cada vez hay más altos cargos ocupados por mujeres, aunque aún siguen siendo un pequeño porcentaje, y cada vez hay más empresas de éxito fundadas por mujeres que demuestran que no existe un único tipo de liderazgo.

El liderazgo femenino está cada vez más en alza ya que ha demostrado aportar frescura, nuevos métodos, más agilidad, flexibilidad y estructuras menos jerarquizadas, en contra posición de liderazgo tradicional enfocado a tener una estructura más rígida y basada puramente en la obtención de resultados sin tener en cuenta el desarrollo profesional de los equipos.

Por todo esto la formación profesional de la mujer es sin duda la mejor solución para avanzar hacia la igualdad real y romper de una vez por todas y para todas con ese techo de cristal.

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