Claire Salvetti, Fundadora de Peepul Tree Coaching y colaboradora de DDB

Claire Salvetti, Fundadora de Peepul Tree Coaching y colaboradora de DDB como Directora de Coaching: “Que las niñas sean sus propias defensoras y acojan en su vida a tantas personas como sea posible”

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“Autodesarrollo, vocación y profesión”, son tres conceptos básicos para entender la razón por la cual hemos venido a este planeta. El autodesarrollo viene del autoconocimiento, sin el cual no podríamos entender la razón de ser y estar. La vocación es el producto del autoconocimiento más el autodesarrollo que da como resultado la profesión, nuestra profesión. Dedicamos demasiadas horas al día a nuestro trabajo como para que no sintamos pasión por lo que hacemos. ¿No creéis? Aun así, muy a menudo nos vemos afectados por el “síndrome del impostor”: ¿Seré realmente capaz?, ¿estoy a la altura?

Más aún si estas preguntas afectan a las mujeres que, históricamente, por constructos sociales patriarcales, han tenido más dificultad para adentrarse en el mundo laboral. Y volvemos al autoconocimiento. ¿Cuántas mujeres sufren del síndrome de la impostora? Seguro que por lo menos una vez en la vida nos lo hemos planteado todas. Afortunadamente, existen mujeres que por vocación personal y profesional apoyan a quien necesita acompañamiento en su proceso de autoconocimiento y autodesarrollo como Claire Salvetti, Fundadora de Peepul Tree Coaching y colaboradora de DDB como su Directora de Coaching.

Claire cuenta con más de 20 años de experiencia en agencias de comunicación creativa, trabajando durante cinco años en Londres en la agencia de relaciones públicas Freuds y 15 años en Sydney Australia. De esos 15 años, Claire pasó una década como líder de agencias de comunicación en Sídney, más recientemente como CEO de One Green Bean, una de las agencias de relaciones públicas más progresistas y premiadas de Australia. Apasionada e influyente defensora del marketing, Claire ha representado a Australia en jurados creativos de todo el mundo, incluidos los Cannes Lions (¡incluso ayudó a ANZ GayTM a ganar en la categoría de relaciones públicas!) y festivales de Nueva York, y ayudó a los australianos a entender mejor cómo funcionaba el mundo de la publicidad durante cinco años como panelista en el programa Gruen de la ABC.

Durante ese tiempo, experimentó el valor del Coaching Ejecutivo en sus habilidades de liderazgo y se dio cuenta de que su vocación era inspirar y apoyar a otras personas a alcanzar su máximo potencial como líderes.  Claire cree que el autoconocimiento constituye la base de todas las competencias de liderazgo, especialmente la capacidad de influencia. Además, cree que el coaching es un catalizador para el autodesarrollo que ayuda al individuo a aprender a ser más consciente de sí mismo y a convertirse en un líder aún mejor. Conozcámosla más a fondo en esta entrevista a través de sus palabras…

«La comunicación consiste en entender a las personas»

¡Bienvenida Claire! Es un placer poder compartir este espacio contigo hoy. Antes de llegar al núcleo de nuestra entrevista, me gustaría dar un paso atrás y conocer tu experiencia profesional como directiva en el sector comunicación en agencias creativas. Entre Inglaterra y Australia, ¿Qué es lo que te llevas personal y profesionalmente de estos dos países? ¡Adelante!

Trabajé durante 20 años en agencias creativas de Inglaterra y Australia, y más recientemente como CEO de One Green Bean en Sydney, una agencia de relaciones públicas que pertenece al grupo Havas. Cuando me mudé de Londres a Sídney, no experimenté un gran choque cultural a pesar de haberme ido al otro lado del mundo, puesto que podía hablar el mismo idioma y las culturas laborales eran similares:«work hard, play hard».

Me di cuenta de que en Londres la gente se enorgullece de lo mucho que trabaja, mientras que en Sídney la gente trabaja mucho (de hecho, yo trabajaba más horas en Sídney) pero presumen, por el contrario, de aprovechar al máximo el tiempo que tienen fuera del ámbito laboral.

Me alegra haber tenido la oportunidad de trabajar en ambos lugares porque he podido experimentar los aspectos tanto positivos como negativos de mercados grandes y pequeños. En Londres tuve el privilegio de contar con grandes presupuestos, celebrities y campañas globales; mientras que en Sídney adquirí destreza para crear campañas brillantes con presupuestos más reducidos y para un público más específico.

En estos 20 años has sido parte activa de eventos importantes. Háblame del Cannes Lions y de tu experiencia en el programa Gruen de la ABC.

Tuve la suerte de representar a Australia en el Festival de Cannes como jurado de Relaciones Públicas hace varios años. Fue muy gratificante poder dedicar una semana a debatir sobre el mejor trabajo del mundo con personas brillantes de todas partes. Lo que más aprendí fue la importancia de comprender la relevancia cultural a la hora de juzgar a los candidatos, porque nuestras suposiciones y prejuicios sobre lo que es un buen trabajo están firmemente arraigados en nuestras propias normas culturales. Fue muy interesante contar con representantes de diferentes países que explicaran por qué una campaña era buena. A menudo la gente se olvida de incluir una explicación sobre esto en las candidaturas, lo que es esencial cuando se presentan a los premios internacionales.

El punto culminante de mi carrera en Australia fue ser seleccionada como invitada en el programa Gruen de la ABC. La ABC es la emisora nacional de Australia y Gruen es un programa que se emite en horario de máxima audiencia, en directo y que ven millones de personas cada semana. Gruen analiza las «artes oscuras» de la publicidad, el branding y las relaciones públicas, y me encanta cómo conecta a los australianos de a pie con nuestra industria, mostrando las mejores campañas y ridiculizando las peores.

Estaba sumamente nerviosa antes de mi primera intervención porque representaba tanto a mis clientes, como a mi agencia y a mi sector, por lo que me sentía muy presionada para hacerlo extraordinariamente bien o, mejor dicho, para no decir nada estúpido. Acabé apareciendo en cinco temporadas de Gruen y, aunque los nervios de la primera vez fueron excepcionales, nunca dejé de estar nerviosa porque había mucho en juego. Sin embargo, ese ambiente de alta presión me gustó mucho y me ayudó enormemente en mi capacidad de pensar fríamente y exponer mi punto de vista bajo presión.

Ahora bien, llegamos al núcleo de nuestra charla, el cambio profesional que has dado: de las agencias al coaching. Me gustaría que pudieses contarme paso a paso como este proceso de autoconciencia te ha llevado a descubrir tu vocación más grande. ¡Te escucho!

Me regalaron una sesión de coaching ejecutivo cuando tenía 30 años y al finalizar la primera, supe que quería ser coach algún día. En realidad, creo que las señales que me apuntaban en esta dirección ya estaban ahí: mi fascinación por las personas me llevó a estudiar psicología en la universidad y, al fin y al cabo la comunicación consiste en entender a las personas para poder influir en ellas para que piensen, sientan o hagan algo.

Por eso me pareció una progresión natural de mi carrera dedicarme al coaching, pero fue un proceso de transición de 12 años durante el cual me formé, practiqué y obtuve la acreditación como coach. Este proceso de convertirme en coach me permitió permanecer más tiempo en agencias creativas, pues pude ver el valor de experimentar el hecho de estar entre los altos cargos de una compañía – pensé que si había sido CEO anteriormente, entonces podría entrenar a los CEOs ya que comprendería sus presiones de primera mano.

Me dediqué al coaching a tiempo completo una vez me gradué en el Máster de Psicología del Coaching; y aproveché la mudanza de mi familia a Europa para realizar este gran cambio. Ahora trabajo para DDB Europa como Directora de Coaching y tengo mi propio negocio – Peepul Tree Coaching – a través del cual entreno a líderes en Estados Unidos, Australia y Europa. Mi especialidad es trabajar con personas que necesitan infundir creatividad en otros. Me encanta lo que hago: dicen que sabes que has encontrado tu verdadera vocación cuando lo harías gratis. Y hago todo lo posible, a través de programas gratuitos en mi tiempo libre.

«Comprometerse con el autodesarrollo te llevará al autoconocimiento»

Me gustaría que pudieras trazar un hilo entre estos tres conceptos: “Autodesarrollo, inteligencia emocional y síndrome del impostor”. ¿Dónde, cómo y cuándo poner el foco?

¡Buena pregunta! Bien, el autodesarrollo es un término que describe el proceso de desarrollo de las propias capacidades y el potencial, todo ello para mejorar la calidad de vida. Una de las capacidades más importantes que cualquier persona puede trabajar para mejorar es su inteligencia emocional, que es la capacidad de percibir, utilizar, comprender, gestionar y manejar las emociones. Y la inteligencia emocional es esencial para un liderazgo eficaz, ya que permite a un líder conectar eficazmente con su gente.

Y es de suponer que cuanta más inteligencia emocional tengas, menos probable será que experimentes el síndrome del impostor, que se define vagamente como dudar de tus capacidades y sentirte como un farsante, a pesar de ser un gran triunfador.

Todos estos son temas que se plantean con frecuencia en el coaching. Si tienes el objetivo de llevar una vida consciente, es probable que dediques más tiempo al autodesarrollo, que aumentes tu inteligencia emocional y que seas más capaz de enfrentarte al síndrome del impostor.

¿Piensas que para encontrar la plenitud en el trabajo es necesario un proceso de autoconocimiento y autodesarrollo importante? ¿Cómo crees que la pandemia ha afectado este aspecto sobre todo en mandos directivos como el tuyo?

Creo que comprometerse con el autodesarrollo te llevará al autoconocimiento y esto te hará sentirte realizado en el trabajo. Precisamente para sentirte realizado necesitas saber qué es lo que más te importa, es decir, tus valores; y luego tratar de conseguir la mayor dosis de ellos en tu día a día.

¿Y quién tiene la certeza de qué es lo que te hace sentirse realmente satisfecho? Mucha gente tiene como objetivo principal ganar tanto dinero como sea posible, pero hay una gran cantidad de evidencias que demuestran que ganar dinero no es tan satisfactorio como se cree. A menudo, las personas se centran en el dinero cuando no tienen una idea clara de sus valores.

Creo que hay muchos coaches que están mucho más atareados a causa de la pandemia. Ha sido un acontecimiento trascendental en la vida de la mayoría de las personas, que ha hecho surgir todo tipo de preocupaciones: desde la salud y el bienestar hasta los retos de liderazgo y crisis existenciales. El cambio plantea nuevas preguntas y saca a la luz viejos problemas, y estos dos años nos han enseñado que la vida es un bien muy preciado y que nada está garantizado. No hay mejor momento para que las personas se centren en sí mismas y aclaren lo que quieren de sus carreras y de su vida, y luego diseñen un plan para hacerlo realidad.

«Soy consciente de mis privilegios como mujer blanca en un país pacífico»

Si te dijese: “Empowerment, liderazgo e igualdad de género” ¿qué me comentarías? Pero sobre todo, ¿qué les comentarías a las niñas que vendrán?

Yo diría que SÍ a todas esas cosas Y SÍ a más diversidad, igualdad e inclusión para aquellos que también lo necesitan. En los últimos años he sido mucho más consciente de los privilegios y de los prejuicios inconscientes y, en particular, de mis privilegios como mujer blanca que ha crecido en un entorno de clase media en un país pacífico. Así que les diría a todas las niñas (¡incluida mi hija!) que, en primer lugar, sean sus propias defensoras y, en segundo lugar, que acojan en su vida a tantas personas como sea posible, pero que cuiden especialmente de aquellas que no pueden defenderse por sí mismas de la misma manera que ellas.

Algo más sobre ti: ¿Hablamos de tu “fortaleza” más grande, Nicole y Ruby? 😉

Sí, mis chicas son mi mayor fortaleza. Nicole es una inspiración para mí cada día, es la persona más valiente que conozco. Esta cita de Brené Brown la describe para mí: «Quiero estar en la arena. Quiero ser valiente con mi vida. Y cuando tomamos la decisión de aventurarnos a lo grande, nos arriesgamos también a hacer frente a los golpes que puedan venir con ello. Podemos elegir la valentía o podemos elegir la comodidad, pero no podemos tener las dos cosas. No al mismo tiempo».

Y Ruby, nuestra brava niña de cuatro años, me ha dado el regalo de la perspectiva: más respeto por el planeta y más atención a lo que es realmente importante en la vida; además del regalo de la diversión y el juego. No hay nada que alivie más el estrés que bailar en familia en nuestro salón al ritmo de Lady Gaga o de la banda sonora de Mamma Mía. Lo más importante es que tanto Ruby como Nicole me inspiran a ser una mejor persona.

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