la historia de Cartier

Un Brand elegante: La historia de Cartier

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Cuando se habla de alta joyería resulta casi automático asociar los conceptos de estilo, glamour y clase al Brand Cartier. ¿Qué es Cartier sin Louis François Cartier? Justamente él fundó el primer taller de joyería en 1847, todo el mundo conoce la famosa maison francesa, pero muy pocos conocen la verdadera historia de Cartier, protagonizada por una saga de orfebres que revolucionó del todo el concepto de joyería del siglo XX.

Tras la muerte de su maestro, Cartier heredó el negocio de la Rue Montorgueil, confiriéndole su nombre y dando inicio a la larga historia de la casa. Es cierto que sus maravillosos diseños seguían las modas de la época, marcadas por la aristocracia parisina y adaptándose a las nuevas tendencias.

Sucesivamente y durante los siguientes años, el brand ganó grandes adeptos entre las clases altas de la sociedad creando joyas de gusto histórico y recreando el estilo guirnalda equivalente en artes decorativas al María Antonieta. Es indudable que las manos expertas de la familia Cartier se empeñaron en diseñar todo tipo de joyas cubiertas en brillantes de las lejanas minas de Sudáfrica haciendo gala de una gran perfección artesanal. A todo esto se suma la continua investigación y experimentación en creaciones que más adelante revolucionarían el mundo de la alta joyería y su lenguaje confiriendo a la historia de Cartier su importancia definitiva.

El nuevo lenguaje de la joyería: ¿Qué es Cartier?

Louis Cartier fue el responsable de capitanear la ruptura con los convencionalismos y llevó la Maison a las mayores cotas creativas de su historia, inspiradas en el Art Decó que tuvo su apogeo a partir de los años 20. De todo esto nació un nuevo lenguaje de joyería que rompería definitivamente con las corrientes más conservadoras y construyendo la fuerte identidad de la marca que tiene hoy en día. Desde la primera boutique en el número 13 de la Rue de la Paix en París, la historia de Cartier se convirtió en leyenda de la joyería mundial.

La casa Cartier y sus creadores, se caracterizaban por su fascinación por la investigación y la innovación, tanto que llegaron a crear por primera vez la asociación del platino con el diamante. Para entrar en detalle, el platino era un metal extraordinario, casi sin explotar en aquella época, de aleación muy dura a la vez que maleable.

Esto permitió a los maestros joyeros crear monturas invisibles responsables de realzar el brillo de los diamantes  y que parecían flotar sobre la piel. Durante esos años y en su continua búsqueda de tendencias e inspiración, Cartier comenzó a inspirarse en la naturaleza, los animales y las flores. Estos elementos poco a poco se irán introduciendo en los diseños hasta convertirse en el emblema visual del Brand francés.

Photo by John Kappa ツ on Unsplash

El auge de la historia de Cartier

Cartier alcanzó su fama máxima a comienzos del siglo XX, recibiendo varias patentes reales y convirtiéndose en uno de los brands de joyería más prestigiosos y elegantes del mundo. Las joyas, demandadas por la realeza y la jet set internacional – (entre los cuales, el Rey de Inglaterra Eduardo VII) – pronto llegaron a ser objeto de deseo de muchos. En la historia de Cartier es importante recordar también los emblemáticos relojes con nuevos mecanismos.

El reloj Tank, inspirado en los tanques que liberaron la ciudad de París al final de la I Guerra Mundial, se fundían con intensa elegancia con piezas exquisitas como el célebre broche de pantera.

En definitiva, Cartier ha sido desde sus inicios sinónimo de lujo y sofisticación, todas sus piezas han sido un motivo de admiración y sobre todo símbolo de alto estatus social. La firma ha convertido sus joyas en obras de arte coleccionadas por algunas de las mujeres más famosas y poderosas del mundo como Marilyn Monroe, Grace Kelly y la Reina Isabel II entre otras. 

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