Ocean Rock Bar, Malasaña (Madrid)

Víctor Toller, co-propietario del Ocean Rock Bar: «El confinamiento ha sido el momento más duro para el Ocean Rock Bar»

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La crisis del COVID-19 ha perjudicado en gran medida a toda nuestras economía pero por motivos sanitarios aquellos negocios que han visto más retrasada su apertura. Los que más han llegado a cerrar han sido los bares, más específicamente de los bares de copas y ocio nocturno.

Aquellos negocios que no solo sobreviven, sino que salen más fuertes son los que saben reinventarse. El Ocean Rock Bar supo entender el contexto y necesidades y aprovechó para iterar hacia una nueva fuente de ingresos, el canal digital, y fidelizar aún más a unos clientes ya considerados fans a través de merchandising. Estas acciones han podido generar suficiente dinero para poder sobrellevar la situación del COVID-19 y salir reforzados con respecto a su clientela, cada vez más fiel.

La entrevista de hoy la realizamos a Víctor Toller, co-propietario del Ocean Rock Bar. Un claro ejemplo de superación, aprendizaje continuo y evolución.

»Ser empresario es lo más bonito que hay»

Actualmente te encuentras dentro del mundo de la hostelería pero, ¿Qué experiencia y formación tienes?

Me licencié en Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Tengo varios cursos de marketing y ahora estoy con ThePowerMBA y otro curso de Bolsa y mercados financieros.

Antes del Ocean Rock Bar, trabajé en varias discotecas como RRPP. Fui socio de una empresa de exportación y ahora mismo también soy fundador y socio de otra empresa de exportación de productos gourmet.

¿Cómo surgió la idea del Ocean Rock Bar y como fueron los primeros momentos del negocio?

Nosotros éramos los mejores clientes del Ocean y el antiguo dueño se jubilaba. Me ofreció coger el testigo y aquí estamos casi 10 años después. Fue la oportunidad perfecta para continuar con algo que nos apasionaba.

¿Cómo se ha visto afectado el negocio por el COVID-19?

Hemos estado cerrados casi 4 meses. Pedimos un ICO, empleados en ERTE, nosotros meses sin cobrar asumiendo todos los gastos fijos… etc. El confinamiento y la exclusividad dejo totalmente fuera a la hostelería, incluso hasta momentos finales de la desescalada, al tratarse el negocio de un bar de copas, no pudimos abrir extendiendo el sufrimiento y pérdida de dinero.

«Una de las mejores decisiones: abrir una página en Shopify»

¿Qué medidas se han tomado para hacerle frente?

Lo primero que hicimos fue pedir un ICO al Santander, y como fuimos de los primeros, nos lo concedieron casi de forma inmediata. Los empleados estuvieron en ERTE hasta el 1 de julio. 

Una de las mejores decisiones que tomamos fue abrirnos una página en Shopify y aprovechar el boom del ecommerce al ser el único canal disponible para lanzar nuestros bono copas y productos de merchandising. Al tener una clientela tan fiel y mediante la organización de varios torneos online y acciones en redes sociales buscando una estrategia always on conseguimos generar un nivel de facturación suficiente mediante el canal online para poder ir haciendo frente a los pagos.

¿Cuál ha sido el momento más difícil para el Ocean?

Sin duda el confinamiento. Nosotros empezamos en plena crisis en el 2011, pero esta crisis tiene mucha peor pinta ya que por motivos sanitarios ni siquiera hemos podido estar abiertos teniendo que afrontar pagos, la demanda se ha visto fuertemente perjudicada y por medidas sanitarias y el tipo de negocio sufrimos muchas trabas.

«En España los empresarios tienen una diana en la espalda»

¿Qué dificultades ves para emprender en España y consideras que se dan suficientes ayudas?

Yo creo que España pone las cosas muy difíciles a los emprendedores. El hecho de tener que pagar cuota de autónomos o crear una SL con mínimo de 3000€ seguro que echa a mucha gente atrás. ¿Ayudas? Nosotros no sabemos qué es eso. En España los empresarios tienen una diana en la espalda. Parece que no gusta que haya gente que gane dinero.

¿Qué visión tienes del mundo emprendedor?

Mi abuelo siempre decía que “ser empresario es lo más bonito que hay.» Es necesario no rendirse nunca y no hacer caso al ruido, pensar en no tener techo.

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