Pilar Castañón, Fundadora de Woman Essentia

Pilar Castañón, Fundadora de Woman Essentia: «El principal reto de la mujer en el siglo XXI es no perder su propia esencia»

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Pilar Castañón, fundadora y directora de Woman Essentia, lleva más de 23 años de actividad laboral en diferentes empresas. Como el Banco Natwest March (1987-1989) y ha ejercido el voluntariado en, entre otras organizaciones como ADEVIDA en Málaga (2014-Actualidad). Licenciada en Ciencias Económicas por la Universidad de Málaga, también es Directora Ejecutiva del Centro de Sostenibilidad y Economía de Género.

Mujer comprometida con el voluntariado relacionado con la maternidad, Castañón ha sido co-organizadora de varios Congresos, como ‘Trabajando en primera persona’ o ‘Pedimos la palabra’. En el plano de la formación, destacamos su formación en ámbitos como la contabilidad, la gerencia o estudios sobre la mujer. Igualmente, en 2018 estudió el Programa de Gestión Estratégica y Liderazgo Social en IESE, por poner un ejemplo.

En esta entrevista para la sección MKT&Women/Protagonistas, en la que destacamos a mujeres que se dedican al mundo de la comunicación, el marketing, la economía y otros sectores, asegura: «Soy contraria desde siempre a las cuotas y a estas alturas de la incorporación laboral tienen poco sentido. Un sistema que premia por razones de sexo y no de excelencia o capacidad no tiene sentido, provocará el efecto contrario. Siempre debe ocupar el puesto el más capacitado».

«La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral ha planteado cuestiones sin resolver»

¿Qué es Woman Essentia?

Es un medio digital donde intentamos dar información acerca de  todo lo que preocupa a la mujer de hoy. Reclamamos puestos y que se reconozca nuestro trabajo y sin embargo todo lo que estaba específicamente dirigido a mujeres abarcaba solo el mundo relacionado con el “Life Style” centrado en belleza o moda. Pero la preocupaciones o intereses de la mujer abarcan mucho más.

Además hay mucho artículos de opinión a través de los cuales llevamos años reflejando la necesidad de una visión ética en muchos de los campos que tocamos, y que las consecuencias de la pandemia que sufrimos ha puesto de urgente actualidad. Nos habíamos adelantado hace años a ello porque veíamos su ausencia, aunque hará falta un recorrido y un cambio en la educación para que la gente lo interiorice y que estas nuevas preocupaciones no se  queden en palabrería, sino que se traduzca en verdaderas acciones. 

Hay muchos tipos de valores y hay éticas con diferentes enfoques pero no todos tienen realmente a  la persona, en su integridad y dignidad total como objetivo central, y esto se concreta en acciones que o bien no utilizan los medios adecuados, o los fines y resultados no serán los deseables. En “Punto de vista” intentamos animar a las personas a cuestionarse y aspiramos a sembrar ese espíritu crítico tan necesario para mejorar. Esto, como no podía ser de otra forma, afecta a la visión de la mujer y a la forma de ayudarla a estar en el sitio que debe estar.

¿Cómo surgió la idea de la revista Woman Essentia?

Nació hace seis años. Yo soy economista pero siempre he colaborando en proyectos sociales de voluntariado. Después de dirigir durante tres años un Proyecto de reciclaje profesional para madres en riesgo de exclusión social, de las cuales el 99% eran además víctimas de violencia de género, el resultado fue una gran cambio personal en ellas,  una transformación después de un trabajo basado precisamente en fomentar valores del que sacaron gran fuerza. Surge así la idea, puede ser que “utópica”, de llevar esos valores a la sociedad. 

«La mujer debe mantener cualidades específicamente femeninas y que no se  transforme en algo que no es»

¿Cuáles son las principales necesidades, inquietudes y retos de la mujer de siglo XXI?

Puede decirse que básicamente los mismos de siempre aunque ampliados y de otra forma por los cambios sociales. La incorporación masiva de la mujer al mercado laboral, que ya era una realidad en el siglo pasado, ha planteado varias cuestiones sin resolver como la conciliación y nuevas formas de trabajo. Había avances que no se habían llegado a poner en marcha y que precisamente lo que estamos viviendo ha puesto de manifiesto de una forma muy fehaciente. Presión, horarios complicados, conciliación, sacar el trabajo adelante a toda costa, la necesidad de una sociedad que cuide a las personas (mayores y niños)…  

En mi opinión el mayor reto de la mujer del siglo XXI, una vez que ya está todo a su alcance en cuanto a posibilidades, por lo menos en los países desarrollados y en la cultura occidental, es no perder su propia esencia.  La biología no solo aspira a la maternidad, sino que nos dota de ciertas cualidades que sirven y aportan algo específicamente nuestro: sensibilidad, empatía, habilidades de comunicación, cuidado, entrega….

La mujer debe mantener cualidades específicamente femeninas y que no se transforme en algo que no es. Lo femenino no es malo, igual que lo masculino tampoco, la complementación de los dos roles es lo que hace falta en todos los campos, no solo en la familia. El mundo, sin duda, iría mejor.

Aunque existe otro reto muy importante y es que se iguale el respeto a la mujer y sus derechos en todos los países del mundo. Nosotras no podemos quejarnos, pero hay muchos países, unos por subdesarrollo, y otros por temas culturales o religiosos en que la mujer sigue estando en un plano muy inferior al hombre. Y eso no se reivindica en manifestaciones ni se exige por los organismos internacionales a los gobiernos de estos países. ¿Por qué?…

En la vida laboral, ¿existen avances reales en temas de igualdad?

Muchos, ahora es casi al revés, te premian por ser mujer, tanto en relación a la selección laboral, como en ayudas etc. No entiendo que mis hijas tengan que oír un discurso discriminatorio que nosotras no tuvimos. No quiero decir que no haya situaciones puntuales de discriminación, pero no son las normales. Soy contraria desde siempre a las cuotas y a estas alturas de la incorporación laboral tienen poco sentido. Un sistema que premia por razones de sexo y no de excelencia o capacidad no tiene sentido, provocará el efecto contrario. Siempre debe ocupar el puesto el más capacitado.

Puesto que, por naturaleza no somos biológicamente iguales (tenemos 6.500 genes diferentes y algo afectará) la igualdad se consigue precisamente no siendo iguales, sino ayudando y apoyando donde somos diferentes y si hace falta una ayuda, de la que al final se beneficia la sociedad. Tenemos la pirámides de población invertida y vamos a la cola a nivel de natalidad de Europa. Existe un periodo en el que la mujer, por razones biológicas y de supervivencia de la sociedad y de la especie en última instancia, necesita ayuda.

La ayuda no es que la empresa te seleccione por cuotas, sabemos llegar, ni que te paguen la congelación de óvulos, sino que no se castigue la maternidad. Tampoco creo que la solución sea bajas iguales de maternidad-paternidad, ni la proliferación de guarderías, sino que la baja de la mujer sea más larga (cosa que demanda los pediatras), trabajos a media jornada que permitan no desvincularse del puesto o teletrabajo que permita continuar tu carrera laboral. Los trabajos por objetivos por ejemplo son otras solución, y no el famoso presencialismo. Somos el peor país de Europa en este tipo de políticas familiares. Una vez superada esta etapa, la mujer es exactamente igual que el hombre. 

Además la conciliación también puede ser para tiempo libre de ocio o cuidado de otras personas dependientes. Cada vez más se está valorando la necesidad de una vida aparte del trabajo y eso beneficia a la mujer que era la que más la necesitaba. 

«El trato con las personas, la empatía, el cuidado, es algo que a la mujer, como norma general, le atrae más»

¿Cómo influyen los factores de educación en la elección de lo que estudiamos y nuestra profesión? ¿Cuál es su visión?

Yo creo que hay dos factores importantes, uno son los modelos cercanos y otro es cierta predisposición natural y muy personal. Yo hice económicas porque mi padre me dio un libro de Teoría Económica y me gustó, precisamente quería hacer Matemáticas, pero en aquella época la única salida era la enseñanza y en ese momento me parecía muy monótono. Luego he descubierto el valor de entusiasmar a los alumnos. 

Tener profesiones cercanas anima siempre, pero esto es para todos, chicos y chicas. Por otro lado creo hay cierta la inclinación natural, yo para descansar me ponía a estudiar mates, por ejemplo. Además se critica mucho el tema de que no hay chicas estudiando carreras tecnológicas, pero de toda la vida al hombre le ha atraído más esos temas y la mujer no ha tenido ningún interés, sin embargo los grados relacionados con la sanidad o humanidades están llenos de mujeres. El trato con las personas, la empatía, el cuidado, es algo que a la mujer, como norma general, le atrae más y le sale con mayor facilidad. 

También hay que decir que hay mujeres que se plantean profesiones que les deje compatibilizar trabajo y familia. De ahí que muchas no renuncien, sino que toman decisiones para conseguir este equilibrio ya que el actual sistema de trabajo no se lo permite hasta ahora. No optan por una carrera ascendente porque su prioridad es otra en ese momento. A lo largo de los últimos años ha habido directivas de empresas importantes que dejaron sus cargos en un momento determinado como elección personal válida, no todo el mundo tiene que ser CEO. 

Los grados de humanidades o del ámbito social, suelen tener un porcentaje de alumnas considerablemente superior al de alumnos, y los puestos de trabajo en estos ámbitos también. Por ejemplo hay museos donde solo trabajan mujeres y esto no sale en la prensa.

Por ejemplo, si nos vamos al mundo de las ONGs, hay muchas más mujeres también, e incluso cuesta encontrar chicos para los programas de voluntariado para universitarios, a pesar de que su labor también es muy necesaria y siempre están en minoría.

Mujer y Tecnología. ¿Qué pueden aportar diferente? ¿Por qué hay tan pocas mujeres en las Ingenierías especialmente en Informática?

En este mundo, la mujer puede aportar lo mismo que el hombre en cuanto a conocimientos, lo demuestran todas las mujeres que trabajan en ese campo, sin embargo, en cuanto a aplicaciones de la tecnología, puede ser que aporten una visión que ayude a una tecnología más humana.

Por otro lado creo que hay pocas mujeres en las Ingenierías (aunque yo conozco a varias) porque como he dicho antes es un conocimiento, que de forma natural, no nos suele atraer demasiado. La mujer necesita más el contacto y la comunicación. Como anécdota diré que en los años 60, cuando mi padre hizo una ingeniería, en clase había el mismo número de mujeres que cuando la ha cursado mi hijo, no había más, a pesar de las campañas que se hacen y del más fácil acceso. 

Es cierto que dicen que es un problema de cara a los nuevos trabajos del futuro, pero creo que hay muchas formas de estar en esos trabajos, y un gran número estamos sentadas delante de un ordenador todo el día, además la mujer es buena en investigación por ejemplo…

Me gustaría apuntar también otro tema y es la necesidad, que hasta ahora no la hemos tenido. Conozco a Roya Mahbood (recomiendo buscarla) y sigo su trabajo desde hace años con las niñas afganas cuya formación es exclusivamente tecnológica, especialmente en el mundo de la informática. Están consiguiendo grandes éxitos, lo cual indica que la mujer no tiene ningún problema en este campo. La diferencia es que a estas niñas no les dejan ni siquiera ir al colegio, al que  solo pueden ir los hijos varones, siendo la única forma de acceder a una formación la vía  online, y la única salida para ser independientes económicamente y no estar sometidas a las decisiones paternas sobre su vida y casamiento. 

En los programas STEM «falta el complemento de las Humanidades»

¿Qué opina de los programas mundiales STEM?

El sistema educativo anglosajón nos lleva delantera en esto porque son más experimentales y el entusiasmo por la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, se estimula experimentando, y ellos lo potencian desde primaria. 

A nivel mundial no conozco la implantación particular de dichos programas porque una cosa son los objetivos y otra las medidas y planes particulares para la implementación de los mismos, igual que pasa con los objetivos de desarrollo sostenible 2030, en los que poco se ha avanzado.

Por otro lado creo que en estos programas falta el complemento de las humanidades, si las desterramos (como quiere hacer el sistema español)  excluimos  a la “persona” que siempre debe ser el centro de cualquier avance científico y tecnológico. Todo debe estar al servicio de la persona y no al revés. Investigaciones que hacen daño al ser humano, como humanidad, no tienen sentido.

No olvidemos que los grandes genios de la historia eran ingenieros, filósofos y artistas, y algunas de las grandes figuras actuales también compaginan todas estas cualidades.

Por otro lado, en mi opinión, hablar solo a las chicas de que pueden ser científicas es un atraso y un tanto absurdo a estas alturas. Sabemos que se puede, pero crea una situación discriminatoria hacia el chico, caemos en lo mismo en un momento en que todo está a su alcance. En la revista destacamos personajes históricos femeninos que han hecho grandes cosas, Laura Bassi por ejemplo, a pesar de haber tenido 12 hijos, superó en cargos universitarios y de investigación, a su marido, que era su subordinado, y lo mismo pasó con Madame Curie.

¿Cuál cree que es el papel de la mujer hoy en el mundo de la empresa y especialmente en la Dirección?

La mujer está totalmente incorporada al mundo empresarial, de hecho, por ejemplo, las mujeres autónomas han crecido en un 11% durante el último año, mientras que ese porcentaje para los hombres ha disminuido en un 0,3%. No son todavía el 50% pero fue también la gran solución de la mujer en la anterior crisis económica y todos sabemos que los autónomos no tienen horarios, se trabaja más, pero en muchas ocasiones hace posible poder conciliar.

El papel más importante que la mujer puede aportar es un cuidado particular de las cosas, sea empresa o familia, una visión diferente y una sensibilidad para detectar ciertas situaciones, empática en determinados momentos que lo requieren, muy importante a la hora de resolver conflictos, o resolutiva, a la hora de tomar decisiones, e incluso en la forma de comunicarlas. Esta forma de liderazgo es fundamental en el contexto actual, y por tanto en la dirección empresarial. 

Según un estudio del Peterson Institute for International Economics, las empresas que cuentan con al menos un 30% de mujeres en los puestos directivos, obtienen un 15% más de beneficios.  De hecho, hace unos años se vieron las ventajas de contratar a directivas que fueran madres, que tuvieran familia, precisamente porque estaban muy acostumbradas a gestionar, tomar decisiones y a resolver problemas. 

Según el INE, en el año 2019, el porcentaje de mujeres en el conjunto de Consejos de Administración de las empresas que forman parte del Ibex-35 fue del 24,7%, pero este porcentaje aumenta si vamos descendiendo a Direcciones y mandos intermedios. Y si miramos el mundo de la política, el gobierno y la Administración, este sube al 58,8%. España es uno de los países con más mujeres en política a nivel mundial.

La aportación de la mujer es muy valiosa en la toma de decisiones por su visión complementaria, pero es cierto que necesita que se le apoye en cierto momento para que ese potencial y trabajo cualificado no se pierda o se diluya y… desaparezcan de una vez las cuotas. Las cuotas solo rebajan la verdadera valía del trabajo de la mujer cuando lo podría haber conseguido por méritos propios y no por esta vía. 

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