María Auxiliadora Martín Gallardo, Fundadora y Coordinadora de Mujeres Líderes de las Américas

Entrevista a María Auxiliadora Martín Gallardo, Fundadora y Coordinadora de Mujeres Líderes de las Américas: “La igualdad de género es una cuestión de creencia y fortaleza, y el cambio es inexorable y no se debe parar”

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“El mundo cambia si cambiamos nosotros”, bajo este lema se puede trazar el fil rouge que ve por un lado la desigualdad de género – aún presente y persistente a día de hoy –  y el concepto de empowerment femenino, lucha constante con una perspectiva futura muy bien clara. Hacia dónde vamos, hacia donde nos dirigimos, cómo lo hacemos y por qué constituyen los satélites del concepto de emancipación femenina –vista muchas veces como una amenaza social ya que se encarga de deconstruir los modelos patriarcales vigentes- que empuja necesariamente a una sociedad más igualitaria en la que ambos sexos se benefician de los mismos derechos.

¿Es esta la clave de una lectura más rentable a nivel cultural, social y política? Para empoderar a las mujeres hacia el liderazgo se necesita ayuda en diversos ámbitos y uno de ellos es la formación y certificación de competencias. María Auxiliadora Martín Gallardo, desde la Fundación Ciencias de la Documentación, miembro del Patronato y Secretaria General, se encarga de desarrollar diferentes programas con el objetivo de brindar apoyo a las políticas, emprendedoras, empresarias, ejecutivas y mujeres en general con interés en el desarrollo social y un cambio ciudadano.

María, Fundadora y Coordinadora de la iniciativa Mujeres Líderes de las Américas es promotora -desde las entidades públicas y privadas, sean o no de ámbito gubernamental, espacios de empoderamiento, diálogo, encuentro y deliberación a nivel no sólo nacional– de la puesta en marcha de alianzas estratégicas y acuerdos programáticos tendientes a la inclusión de la agenda de las mujeres en la agenda pública.

En esta entrevista para la sección MKT&Women / Protagonistas de Marketing Insider Review nos comenta que: “La plena participación equitativa de las mujeres fortalece la democracia, la inclusión, los derechos humanos, la paz y el desarrollo sostenible. ¡Las esperamos en #MujeresLideresAmerica! ¡Juntas Somos Más! ¡Juntas Somos Más Fuertes! ¡Juntas Avanzamos!”

«El liderazgo femenino en espacios de trabajo es tendencia global»

“Detrás de una mujer poderosa se encuentra ella misma luchando contra todo cada día” (cit.) Bajo esta perspectiva, me gustaría que hablásemos de la creación de Mujeres Líderes: ¿Cómo y por qué nace la idea? ¿Cuál es su fin último?

Desde la constitución de la Fundación Ciencias de la Documentación, allá en el 2005, siempre hemos considerado que además de trabajar con aquellas mujeres que piensan por sí mismas, es esencial dar un paso más allá y crear espacios de encuentro entre mujeres con diferentes responsabilidades, de distintos ámbitos y, sobre todo, con diferentes visiones, para trabajar con objetivos comunes que contribuyan a la igualdad real de las mujeres y apoyando la consecución de la igualdad de género en el marco de derechos humanos.

Con esa premisa pusimos en marcha la iniciativa Mujeres Líderes de las Américas como un espacio para poder encontrarse, conocerse, compartir proyectos, conocer buenas prácticas, coordinarnos… en pocas palabras, donde estar informadas y a la vez informar de nuestros proyectos: tejer REDES para el empoderamiento de las mujeres porque la diversidad de las mujeres es positiva y nos enriquece, en condiciones de igualdad de todos sus derechos humanos.

Desde nuestros inicios hemos crecido exponencialmente llegando a más de 50.000 mujeres de Europa, América Latina y EEUU. En nuestro Grupo de LinkedIn (https://www.linkedin.com/groups/5116572) y a más de 5.000 mujeres de diferentes ámbitos a través de nuestros encuentros, congresos, talleres, seminarios, webinars, podcasts y diálogos.

Contamos con acuerdos de colaboración nacionales e internacionales, alianzas estratégicas con empresas privadas y apoyo de entidades gubernamentales que tienen como prioridad el desarrollo y equidad de género y el empoderamiento femenino.

En definitiva, la iniciativa Mujeres Líderes de la Américas conecta, inspira e impulsa a mujeres de las áreas política, empresarial y social de 24 países formando una corriente mundial de conexiones y networking y está dedicada a las mujeres que quieren trabajar en un espacio motivador e innovador desde donde potenciar su carrera profesional o mejorar su marca personal, tanto en la esfera pública como privada.

Hablamos de liderazgo femenino: estilos, características, aportaciones… ¿Crees que es ya una realidad o todavía un deseo?

Aunque son muchas las teorías que han pretendido diferenciar los estilos de hombres y mujeres, por ejemplo que el hombre busca más la cultura del éxito personal mientras que la mujer fomenta más el trabajo en equipo, que si el género masculino es más conflictivo, el femenino es más participativo. Podemos apuntar que en materia de inteligencia relacional, las mujeres tienden a conducir de forma más empática y equilibrada su orientación al cumplimiento de objetivos productivos, y a las personas que conforman su equipo.

Y según Brzovic, “las capacidades comunicacionales de las líderes femeninas suelen ser más ricas que las de los varones, especialmente respecto del buen manejo de los aspectos emocionales y, muy en particular, en lo aplicable al dominio persuasivo y perceptivo”.

Por tanto el liderazgo femenino en los espacios de trabajo está siendo una tendencia global, en la cual más y más organizaciones, tanto públicas como privadas, están participando activamente; no sólo para integrar a más mujeres en los espacios de trabajo sino para generar igualdad de oportunidades y conciliación, poco a poco vamos avanzando hacia una realidad.

«La plena participación y el liderazgo equitativo de las mujeres ya no son una opción, son una necesidad urgente»

Me comentas que la plena participación equitativa de las mujeres en la sociedad, fortalece la democracia, la inclusión, los derechos humanos, la paz y el desarrollo sostenible. En estos términos ¿Cuál crees y cómo debería de ser una sociedad más igualitaria? Coméntame…

Fortalecer la democracia requiere indudablemente no olvidar que su objetivo más profundo es garantizar la dignidad de la persona sino que se extiende al conjunto de la humanidad por encima de fronteras, culturas, religiones o sentimientos nacionales. Y no hay dignidad humana sin libertad individual, como tampoco si no existen determinadas condiciones materiales que la hagan posible, como el desarrollo económico sostenible, la educación de calidad, la real expectativa de promoción profesional para las jóvenes generaciones, la auténtica igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, la erradicación de la pobreza y, en suma, el acceso al bienestar por parte de todos los ciudadanos sin distinción de clases o grupos de personas.

El logro de esas condiciones se ha convertido en un compromiso irrenunciable de la sociedad internacional de nuestro tiempo como lo ponen de manifiesto los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Esa tarea común, tan urgente como necesaria, requiere de voluntad política, de acciones políticas y sociales; pero también de acciones jurídicas, de ahí reside precisamente la transcendencia de las declaraciones de derechos humanos.

No hay que olvidar que es muy importante el promover desde las entidades públicas y privadas, sean o no de ámbito gubernamental, espacios de empoderamiento, diálogo, encuentro y deliberación a nivel no sólo nacional, para establecer alianzas estratégicas y acuerdos programáticos tendientes a la inclusión de la agenda de las mujeres en la agenda pública.

Debemos considerar, y así lo exponemos ante los Gobiernos, que la plena participación y el liderazgo equitativo de las mujeres ya no son una opción, sino que son una necesidad urgente si queremos lograr el cambio transformador que se necesita en todos los niveles y que se requiere para lograr una sociedad más igualitaria.

En estos últimos años, resulta cada vez más frecuente que se hable de empowerment femenino. Me gustaría que me dieras tu visión al respecto…

El término de empoderamiento femenino, fue otorgado por primera vez de manera formal en un encuentro celebrado en la ciudad de Beijing en 1995, denominado Conferencia Mundial de las Mujeres. El objetivo principal era aumentar la visibilidad de la mujer en la toma de decisiones y su participación en el poder.

El empoderamiento, tienen una versión individual y otra colectiva, la individual está ligada a la confianza y a la autoestima, así como a la capacidad de control de nuestras vidas y la toma de decisiones. Mientras que la parte colectiva, se enfoca en la participación y defensa de los derechos e ideales en grupos afines mediante la creación de redes y la participación social.

Por eso desde la iniciativa Mujeres Líderes de la Américas fomentamos la innovación y la creatividad de las miembros a través de actividades de voluntariado para aumentar su confianza y compromiso hacia la organización, lo cual tendrá un impacto positivo sobre sus resultados de trabajo. Entre ellas destaco los programas de podcast  y los diálogos inspiradores como generación de conocimiento desde el aprendizaje, la inspiración y la innovación que estamos realizando.

Tener una sociedad con igualdad de oportunidades tanto para los hombres como para las mujeres es el sueño de todas nosotras. Al alcanzar o trabajar para este ideal, todos ganamos como sociedad porque las mujeres ya no somos solo espectadoras, si no que tenemos mucho que dar y aportar.

«La igualdad es buena para todos, no solo para las mujeres»

Si tuvieses que dejar tu ejemplo, una huella para las nuevas generaciones de mujeres que vendrán, ¿Qué te gustaría decirles y dejarles?

Está claro que las niñas y las mujeres en sus muchas facetas lo han tenido más difícil, primero por los roles sociales y segundo por las barreras propias de la estructura social, si bien es cierto que esta situación ha mejorado sustancialmente.

Un ejemplo más que reciente lo tenemos en Kamala Harris, la primera mujer afroamericana y de ascendencia india en ser electa vicepresidenta de los EE.UU. rompiendo un importante techo de cristal en nombre de todas las mujeres que han peleado y se han sacrificado por la igualdad, la libertad y la justicia.

“Aunque sea la primera mujer en este cargo, no seré la única; porque cualquier niña que esté viéndonos está noche se da cuenta que este es un país lleno de oportunidades”.

Es una cuestión de creencia y fortaleza, y el cambio es inexorable y no se debe parar, aunque hay que seguir insistiendo porque todavía existen nichos de rechazo y falta por hacer.

Plenamente conscientes de que todavía falta mucho por trabajar para llegar a los resultados esperados en temas de igualdad de género, ¿Qué es lo que María Auxiliadora aporta cada día para que se acelere el progreso femenino?

La igualdad ha ganado grandes batallas, pero queda mucho por hacer para visibilizar los ámbitos de trabajo y reforzar a la mujer en sus compromisos. Con mi humilde aporte intento que desde la iniciativa Mujeres Líderes todas las actividades que realizamos pongan en valor y visibilicen el talento personal y profesional de las mujeres.

La igualdad siempre es buena para todo el mundo, no es solo para las mujeres, y debería ser algo dado por definición, por derecho, porque somos imprescindibles, mi objetivo es sensibilizar porque todavía no se ha conseguido la igualdad real.

Es más la Agenda 2030 promete poner fin a las barreras que impiden que las mujeres y las niñas desarrollen todo su potencial, estamos trabajando para que en la década 2020-2030 se actúe para hacer frente a las creciente pobreza, empoderar a las mujeres y las niñas y afrontar la emergencia climática.

¿Cuál es el cambio que te gustaría ver en 20 años en este mundo?

Mirando hacia 2040, y como una de los primeros cambios, el garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida incluyendo los adjetivos de inclusión y equitativo como objeto sine qua non para garantizar el tipo de educación que perseguimos.

Y por enumerar algunos más, el poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo; eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual, el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina; reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados, así como la disminución de la brecha salarial.

En resumen, a partir de políticas y leyes para la igualdad de oportunidades y el empoderamiento, fortalecer y promover la igualdad de género y la participación plena y efectiva de las niñas y las mujeres a todos los niveles.

No me queda sino agradecer a Antonella Catucci su invitación para esta publicación y finalizar destacando que aunque en la actualidad se comprenden y defienden mejor los derechos humanos de las mujeres y las niñas, todavía es necesario que estos se vuelvan una realidad para todas las mujeres y todas las niñas.

Sin discriminación. Sin exclusión. Sin excepciones.

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